miércoles, 27 de diciembre de 2017

AAMFP (Amnesia A Machine

Había algo de desesperación en sus ojos, sólo mitigado por el ligero temblor de su esfínter y de la carne tiritante. El hedor allí era insoportable, por lo que procedí a taparme la boca y la nariz con mi inseparable pañuelo carmesí de bordes con filigranas doradas y con dos iniciales en una de las esquinas: O.M. Dejé de observar fríamente esos dos ojos que no me inspiraban ninguna lástima para alzar mi vista al techo donde se hallaban los conductos de ventilación llenos de grasa y polución. Estaban parados, quietos, inertes y eso provocaba que todos los gases gástricos y suciedad de desechos orgánicos se concentrase en la minúscula habitación, provocando una niebla malolienta de podredumbre que provocó un ligero malestar dentro de mi esófago. Apreté el pañuelo aún más contra mi boca y traté de no inspirar demasiadas veces ni con mucha vehemencia.


Giré lentamente la cabeza para observar a mi alrededor. Aunque los ventiladores estaban averiados, todo parecía seguir su orden de siempre. Los productos, enjaulados, se apiñaban unos encima de otros, nuevas adquisiciones provenientes de los barrios más sucios y bajos de Londres como podían ser Whitechapel u otras zonas repugnantes del East End. Asentí la cabeza y empecé a caminar por la oscuridad del recinto, entre las jaulas, observando detenidamente el estado deplorable de aquellos seres sin voz, voto o futuro. Estaban en un trance profundo a causa de las grandes cantidades de láudano que les estaban siendo administradas, y a lo largo de los meses aprendimos que era mejor así: Si el láudano acompañaba sus pensamientos, estos se tornaban mucho más apacibles y menos oscuros. Entonces todos ganábamos, puesto que así se evitaba que el producto hiciese daño a otros, a la maquinaría o incluso a sí mismo. No me juzguéis… Deberíais haberles visto. Eran los ejemplos más patéticos que alguna vez la Vida pudo dar a luz. Sus entrañas estaban frías y secas a causa de la inanición, sus pequeños pies no eran más que muñones grangrenosos. Sus bocas grises, sin dientes y con el olor de las cloacas. Sus manos sin uñas a ratos intentaban asir mis caros ropajes de seda y como respuesta, insistentemente les daba patadas hasta que oía el crujir de sus dedos. De todas maneras no íbamos a necesitar sus manos nunca más. Vosotros también hubieseis deseado deshaceros de esos pequeños bribonzuelos, de esos pequeños cerdos que no tenían donde caerse muertos. La limpieza étnica y genética era importante en el Nuevo Mundo que queríamos crear, por lo que alegremente no habría lugar para los impíos, fuesen de la clase que fuesen.


Al cabo de unos minutos, abandoné aquella hedionda pocilga para adentrarme aún mucho más abajo, en la zona de las calderas a presión. A medida que iba avanzando escaleras abajo, podía notar como el viento sofocante como los fuegos del infierno me iba acunando poco a poco, paso tras paso, hasta dejarme completamente exhausto. Allí estaba la caldera a presión, un enorme estómago de acero goloso e inexpugnable. Estas eran las verdaderas maravillas de la era moderna, un artefacto capaz de expulsar vapores tan calientes que fundirían hasta el propio metal. Pero aún así, a pesar de la belleza de aquella zona, no me detuve. Necesitaba hablar con el Arquitecto, necesitaba su consejo de una forma tan desesperada que era como si una rata carcomiese mi cerebro para abrirse paso al mundo exterior. Dónde estás…¿Dónde estás, gemelo mío?


-Mandus.


Una voz surgió de entre las tinieblas de mi pensamiento. Al principio era lejana, como el susurro del mar ahogándose en la lejanía. No sabía porque razón pero intenté no hacerle caso, aunque lo buscaba desesperadamente. Su majestuosa pero sádica voz se tornaba de cada vez más poderosa y no dejaba de atormentar mis pensamientos. No, Él era mis pensamientos.


-Mandus, ya no queda tiempo.


Me quedé en silencio, petrificado. Unas súbitas risas como de niños y dos pequeñas presencias pasaron a mi alrededor, casi rozando mis finos ropajes, erizandome la piel de la nuca y matando mi templo interior. Mi propio México se iba resquebrajando.


-Tenemos que aumentar el procesamiento. Ya no queda tiempo que perder, el Fin es inminente Mandus. Sólo quedan dos semanas para la cuenta atrás, para el cambio definitivo de Siglo. Hay que aumentar la producción, doblarla…¡Triplicarla si es necesario! Los pistones deben ir a la máxima velocidad posible, los humos se alzarán como nunca se han alzado en el cielo de esta ciudad, dejando todo inundado en un fuego tormentoso de cenizas y llama.


-¡Pero no hay suficiente cerdo en todo Londres como para hacerlo!


-Creo que estás equivocado, amigo mío.


Un estruendo repentino como el de un rayo destrozando la tierra dejó a Mandus quieto en el sitio durante unos segundos, tapándose la cabeza con sus dos manos, acongojado por tales sonidos. Después, el ruido frenético de maquinaría a toda velocidad empapó todos los rincones de la Fábrica de Procesamiento Mandus. Un ligero temblor de algo mucho más lejano y terrible sacudía los pies de Mandus, y poco a poco éste fue acostumbrándose de nuevo a los crujidos de metal a kilómetros de distancia, en el subsuelo cuyos pasillos ningún ser humano había estado antes. Entonces, Mandus corrió hacia su despacho que estaba a unos cientos de metros más allá de las calderas y al llegar, miró por una ventana circular al lado de su escritorio que daba directamente a la cinta de procesamiento, ya manchada de sangre y vísceras. Su sonrisa se iba haciendo más y más ancha y desquiciada a medida de el producto pasaba por la cinta.


Allí estaban.


La Máquina había creado un ingenioso sistema de recogida de producto. Este abría los conductos de las cloacas que pasaban por las principales calles de Londres y eso provocaba que las calles se abriesen como si de una trampilla se tratase, succionando todo lo que se podría encontrar encima de la misma. Nadie solía escapar de ese proceso de recolección. Entonces, el producto (aunque algo asustado y aturdido por la caída) iba viajando directamente por una serie de cintas hasta dar a la cinta de procesamiento principal, donde se encontraría con su inexorable destino. Ante mis dudas sobre si este método funcionaría por mi miedo a que el producto pudiese escapar o saltar de la cinta, la Máquina volvió a demostrarme como su prolífica y brillante mente funcionaba. La cabeza y extremidades del producto eran cogidas por unos brazos metálicos que los inmovilizaban, pero siempre manteniendo una postura perfectamente ergonómica y simple, esto es de manera horizontal y sin ningún tipo de dolor. Así es como iban pasando por delante de la ventana de mi oficina, y así es como nuestras miradas se unían en un pasional encuentro casi erótico: Ojos desorbitados de productos de todas edades y clases sociales se encontraban con los míos, y ahí podía ver la real condición humana, su verdadera razón de ser. Podía sentir su miedo, desesperación, llanto, odio, incomprensión, confusión, terror. Toda su vida sirviendo a un único propósito: Alimentar la Máquina, acabar con todos los males que asolaban ese mundo y la carga de sus pesados corazones. Su sacrificio sería siempre recompensando, les decía mientras posaba una mano sobre el caliente cristal y veía sus cuerpos maniatados pasar entre las sucias y estrechas galerías de la cinta. No tenían nada que temer, puesto que la Nueva Era que tenía planeada sería como el Paraíso en la Tierra.


Y cuando sus cuerpos débiles eran aturdidos para posteriormente ser desangrados y martirizados, mi mente se llenaba de júbilo. Oía a los hombres cerdo gritar en los pasillos mientras esperaban a las tripas del producto caer sobre sus bocas abiertas. La Máquina rugía con alegría y entusiasmo, mi mente explotaba en terribles orgasmos con sus gritos y su dolor.


¡¡Más sangre, más sangre!!


La sangre era el real fuel de los motores de la Nueva Era. En aquel momento lo comprendí más que nunca. Y ahora nada ni nadie pararía nuestro encuentro, nuestra cópula invernal.

El mundo se haría de nuevo, despertaría y abandonaría todas las antiguas creencias para dar paso a su nuevo DIos.


lunes, 12 de octubre de 2015

SOMA ending (spoilers)

Quería escribir como me sentía acerca del final del SOMA, pues llevo desde que lo terminé dandole vueltas a la cabeza a este final y preguntándome como los de Frictional Games pudieron ser tan crueles. Destrozó mis emociones más internas. Damn, este juego es una maldita obra maestra.

Pic source: http://yhrite.deviantart.com/

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''¿Catherine?''

El monitor que antes mostraba el rostro de Catherine ahora se había tornado negro. Una sucia rotura, acompañada de un ruido del cristal al romperse, apareció en la superficie de la pantalla. El rostro asiático de su acompañante y única amiga habían desaparecido. Segundos después, en su lugar apareció una serie de líneas de código:
>Critical Failure
>Error: Downloading /Catherine_Chun/
>Critical Error
>Retrying again_1...
>Retrying again_2...
>Retrying again_3...
>Retrying again_4...
>Retr...

''Catherine...''

Las luces de la estación Phi se fueron apagando, una a una, en el más absoluto ominoso silencio. La oscuridad tomaba la forma de un gran pulpo que iba estrangulando el pequeño cuerpo de Simon, haciéndole ver de cada vez menos, de cada vez menos, de cada vez más oscuridad...Ya no podía ver nada. La negrura era espesa y absoluta.

''Catherine, no, no, no puedes dejarme solo...

...¡CATHERINE!''

Su consciencia, si es que esa era su consciencia real, estaba por primera vez entumecida. Miró a su alrededor tal vez buscando un atisbo de luz, un sonido que no fuese el de su respiración regular dentro del traje de alta presión. Era contradictorio que su respiración siguiese un ritmo calmado y ordenado, tan robótico y artificial. Simon no entendía, era incapaz de comprender. Empezó a susurrar en la solitud, el único sonido a más de 4000 metros bajo del océano.

''Me has mentido. ¡Joder, joder! Pero si yo vi, yo lo vi, el Arca...¡Fuimos descargados en el Arca!''

Sus lentes rojas se posaron desesperadamente en los monitores que tenía alrededor. La Omnitool estaba rota, el chip de córtex resquebrajado, los bites transferidos. Todos los bites transferidos. Ahí la prueba, parpadeando con débil luz anaranjada:

>Catherine_Chun: copied_Catherine_consciousness -100% transfered into ARK.
>Simon_Jarrett: copied_Simon_consciousness -100% transfered into ARK.

Copiados. 

Copiados y pegados.

No cortados y pegados.

La ley de continuidad había fracasado. El lanzamiento de la moneda, la probabilidad, el 50/50 habían desaparecido... ¿O a caso habían existido alguna vez?.

''Esos Catherine y Simon no somos nosotros. ¡NO SOMOS NOSOTROS!''

Una deprimente oscuridad acompañada del más silencioso de los silencios jamás escuchado. Allí, donde ya nada había, quedaba o permanecía vivo. Todo era peligroso porque él era el único ser sintiente de toda la Tierra: Simon_Jarrett3 no podía sentir nada que no fuese el pánico entrando en su mente, atormentándole por dentro y machacándole la consciencia con un aplastante torbellino de preguntas. Su cuerpo robótico cedió y cayó derrumbado de rodillas al piso de la estación subacuática espacial, provocando un ruido metálico que no pudo asustar a nada ni nadie, pues en aquella más absoluta oscuridad donde no veía ni su propio cuerpo existía la Nada. Ni seres humanos, ni proxies, ni peces. Nada.

Luego estiró su cuerpo en el suelo, colocándose en posición fetal mientras su respiración seguía siendo tan regular como siempre. Fue en esos instantes cuando realmente se dió cuenta de sus respiros y pensó que era lo más parecido a la respiración asistida para alguien que no quería vivir. Como las personas que se encontró en su camino, enganchados a la realidad virtual del WAU, atrapados en el sueño-pesadilla sin fin. Si Simon hubiese podido derramar ácidas lágrimas de gel estructural, ese habría sido el momento. Al menos si pudiese llorar... Como cualquier ser humano.

Ese fue tu fin, Simon Jarrett. El fin de la Humanidad.

El Arca fue tu Paraíso: Una preciosa realidad virtual, un programa sagrado para que los seres humanos convertidos en datos pudiesen sobrevivir miles y miles de años entre lo que nunca tuvieron en el Infierno. Árboles, riachuelos y un precioso atardecer flotando en el espacio. Datos y consciencias completamente egoístas e ignorantes de que su condición como humanos murió hace mucho tiempo.

La Tierra tu Purgatorio: Cuerpo y alma unidos, Cuerpo y consciencia en perfecta armonía. Recordarás para toda la eternidad tu vida en Toronto, el accidente de tráfico que mató a Ashley, tu muerte a causa del derrame cerebral. Tenías que expiar todos los pecados cometidos en esa experiencia primera que llamaste Vida.

El océano Atlántico tu Infierno: Pathos-II no fue más que el último círculo del Infierno de Dante, cuyo Demonio fue la misma Humanidad creadora de una Inteligencia Artificial para mantener a la misma Humanidad viva. Pensaste que ojalá nunca hubiesen descargado tus datos en un nuevo cuerpo para ser el Nuevo Mesías que se sacrificó para salvar a los restos de bites humanos que ahora flotaba entre las estrellas.

Tu consciencia no se apagaba, no conseguías vislumbrar ni un atisbo de la sensorialidad del Simon que estaba en el Arca.

¿Quién eres tú, Simon? ¿Un trozo de réplica, cortado y pegado en un cuerpo medio robótico y humano? Pero sabes que tu cuerpo murió hace mucho tiempo...¿Es acaso el alma lo mismo que sientes como propio? ¿O son solo datos? ¿Cómo prefieres sentirte: vacío y entumecido, o libre por vivir otra vez?. ''No, espera'' vuelves a preguntarte: ''¿Qué es el alma?''.

De nuevo oscuridad y silencio. Ya nada podrá responder a tu pregunta pues solo tú mismo podrás averigüarla.


¿A caso el Simon que existe en el Arca es solo una copia de mi mismo? ¿A caso, hasta que punto, ese Simon soy yo? ¿Recordará que es un traidor, por haberme dejado aquí abajo, solo y desamparado, descendiendo a la locura? ¿Y Catherine? ¿Ella me recordará?.

¿Es que nadie va a sentir compasión por mi?

Pasaron las horas, los días, las horas, los años, las centurias, los milenios...Aunque él ya no fuese capaz de sentir la comprensión y el peso del tiempo. La Oscuridad era lo único que quedaba para su existencia, junto con las preguntas y los recuerdos que pasaban como imágenes vivas en su mente informatizada, demasiada información como para poder soportarlo un solo segundo más. Esa existencia como identidad le había vuelto literalmente loco, pues a veces gritaba en un intento de sollozo, otras simplemente temblaba en la misma posición fetal que aquel lejano día enviaron el Arca al cielo. Los millones de kilos de presión acuática no habían conseguido destrozar su traje de presión, pero en sus momentos de lucidez hubiese deseado ser aplastado por toda esa masa acuática, sucia y asquerosa, llena de detritus y de gel estructural. Algunas veces hablaba con una Catherine ficticia, contándole todo acerca su antigua vida en Toronto. otras le preguntaba con voz inocente si el día que llegasen al Arca cabría la posibilidad de que pudiesen mirar las estrellas juntos.

No se sabe que pasó con Simon pues nunca nada ni nadie en el planeta supo que pudo existir. Tal vez, en un desesperado intento por terminar con esa miserable evolución del ser humano que era él, retiró el casco del traje, su cuerpo físico, reventando todos sus sistemas centrales junto con los órganos internos que cedieron ante la presión, siendo completamente aplastados.

Antes que toda la pantalla de sus lentes se apagase, algunas imágenes rotas e inconexas junto con errores de programación inundaron su mente. Algunas eran benevolentes, otras terribles, otras neutras, otras enigmáticas. Números aleatorios le asaltaron, para que por fin un pitido seco terminase con la tercera versión de Simon Jarrett, el único Ser Sintiente y con Consciencia que había quedado en la Tierra. El único Ser Humano.

>Critical failure
>Error: Simon_Jarrett not working.
>Retrying: inserting /Simon_Jarrettconscience_1/
>Critical Error
>Retrying: inserting /Simon_Jarrettconscience_2/
>Critical Error
>Retrying: inserting /Simon_Jarrettconscience_3/
>Critical Error
>Shutting down systems
>Active protocol: /Death/

...

...

...

...






















sábado, 14 de marzo de 2015

Proyecto neverland

Fotografía por Victoria Sastre Sastre


La primera vez que hago de modelo! Hace unas semanas, a mi amiga la artista Victoria Sastre se le ocurrió la brillante idea de probar una nueva técnica donde fusionaría pintura y fotografía en la misma. Bajo esta idea, ella consideró que yo podía ser una buena fuente de inspiración para estos retratos, un proyecto que llamó Neverland. La temática está compuesta por varias: la pérdida de la inocencia, la venganza, Pandora y la geisha yakuza. He de decir que la experiencia de la sesión fotográfica ha sido no solo divertida, sino enriquecedora y además me ha ayudado a mejorar mi lamentable estado anímico que he ido arrastrando durante meses. Uno de estos lienzos-fotografía se expondrán en el ArsMallorca entre el mes de Mayo y Junio. Aquí teneis el link para ver todas las fotografías, muchas gracias Victoria por darme esta oportunidad! 

http://victoriasastresastre.blogspot.com.es/?m=1



Fotografía por Victoria Sastre Sastre






martes, 17 de febrero de 2015

Para la damisela de tez hiperbórea




Una Leyenda existe más allá de toda mitología

Que habla de un tapiz conferido por la melancolía

Los sueños, la imaginación y los dormitares de los Dioses.


Procuraron estos Sabios crear el lienzo más perfecto

Conjunción de la Noche y el Día eterno

Tomaron las más bellas criaturas para tornarlas en espectros

Que aún se iluminan en sus ojos hechiceros.


¡Oh! Mis sentidos creen haberse cegado ante tal belleza súbita

Rojos, Blancos, Negros y Pálidos,

Y alguna que otra mancha del atardecer en sus labios

Pero Inmaculado es el anochecer en sus prados

Tentándome a recorrerlos a galope con fuerza y buen trote.


Si el viajero extraviado, perdido, un Odiseo en los mares de Calipso

Encuentra el tesoro del Lienzo Bendito

Que se arrodille ante tal reliquia sagrada y no se atreva a moverse

Pues las piernas, brazos y pechos dulces como la miel

Desparramándose entre las reliquias prietas de hiel

Harán que el solitario náufrago se dé por vencido.


Las Leyendas hablan de un Lienzo tan hermoso

Lleno de fascinantes fantasías, susurros y arrullos luminosos

Tan cromático y lleno de forma

Que la Belleza escapa a su comprensión más victoriosa.


Victoriosa es el nombre del tapiz del Triunfo

Un cuadro que ningún Museo, Expositor o Rey podrá tener

Solo una explosión de colores tan libre como el viento

Que atesorada por la Naturaleza, saldrá a mi encuentro.





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Dedicado a mi amiga Victoria, que hoy es su Aniversario. Felicidades preciosa!










domingo, 4 de enero de 2015

Un analgésico para mi alma


Ruego encarecidamente vuestra ayuda. Estoy buscando un analgésico para mi alma, una pastilla que deje mis pensamientos adormecidos, mis sentidos agotados y mi mente fragmentada. Algo para mis lágrimas de azúcar que borran mis mejillas a causa del erosionante desgaste de la frustración, un remedio que momifique la ruina que llevo por dentro y la convierta en polvo para los recuerdos. 

No hay peor precio que el de querer lo que no se puede tener, como si la Ley Kármica te hiciese pagar por todos los pecados que cometiste de forma adulta en otras de tus centenares de millones de vidas pasadas. Intentas estirar tu brazo para tomar las más hermosas estrellas en el firmamento y lo único que consigues es cazar el mismo aire impuro que entra en tus pulmones, pudriéndote por dentro para sumirte en un estado crónico de dependencia. Cuando un ser humano llega a tal bajeza vil, sabe que necesita desesperadamente un antídoto para sus sentimientos ya que estos se ven demasiado irreales e inseguros para seguir con vida. 

Busqué desesperadamente un motivo por el que vivir y morir, pero la real Muerte es cuando sabes que ese motivo no es más que una supernova en el firmamento: primero se hincha y luego procede en un radiante final donde la explosión es una de las fuerzas mayores del Universo. Y de ahí la nada cósmica, el polvo radiactivo, el Todo convertido en la Nada. Los ideales nunca deben perseguirse pues no son más que propias ilusiones de la atormentada mente que lleva eones intentando comprender porque se siente tan sola. Solitud, silente, no hay nada soluble en este estado de la mente porque siempre estarás caminando solo a la deriva sin encontrar el posible calor de otra estrella que apacigüe tu dolor. 

Oí una vez que el Amor era una de las fuerzas más poderosas en esta red de realidad, un movimiento energético que podía mover absolutamente todo a su favor. Con la gran fuerza cósmica todo parecía ser posible hasta la creación de la propia Vida. Pero ahora sé que no: Tumultosos lloriqueos se acumulan, no saben que hacer porque lo único que de verdad amaron se aleja, se aleja, se aleja. Quieren formar parte de un ser, pero ese ser está demasiado lejos de todo lo posible, como un faro en la brumosa oscuridad que anuncia el cambio de costa a la que nunca podrás llegar. Nunca, bajo ningún concepto, podrás llegar hasta él.

Bajo ningún concepto. Podrás luchar hasta que los puños te sangren. Podrás gritar su nombre hasta que las cuerdas vocales se te desgarren. Podrás nadar en los agitados mares de la esperanza hasta que tu boca se ahogue de agua salada, Podrás correr persiguiéndole pero nunca le alcanzarás. Estas en un camino en el que encarecidamente intentas acercarte al objeto de tus sueños y deseos que corre más que tú, como una versión real de la fábula de la liebre y la tortuga. No eres más que la tortuga, lenta y con una fe inamovible, creyendo que los milagros pueden hacerse realidad cuando llegues al castillo allá en el cielo. Pero...¿A caso las tortugas tienen alas? Bueno, las liebres tampoco y aún así llegaron al castillo mucho antes que tú. Te preguntarás porque, la respuesta solo la puedes encontrar dentro de ti mismo.

Andarás en la deriva esperando a un imposible. Tu corazón sangrará por el camino, pero no te preocupes, porque siempre te quedará un analgésico para tu alma con el que todo se hará mucho más llevadero.




domingo, 2 de noviembre de 2014

Estrella



Hace tiempo conocí una estrella, una estrella cuya luz es la más brillante de todo el firmamento. Guía mi camino por las noches, un lucero andante titilando en las profundidades cavernosas del cosmos, irradiando una paz que ni todas las canciones de cuna del mundo pueden proporcionar.

Una paz en mi corazón, un bálsamo férreo para mi alma. Largo y tendido había emprendido la búsqueda de ese diamante para que, ahora, caiga del mismo cielo donde se crió. Baja de la maravilla para que yo recoja su pura luz con mis mortales manos desnudas, para que mis ojos puedan llorar de la felicidad de poder sentirme abrazada en la luz pura de su esencia.

Es un sinfín de palpitaciones en mi interior, de ocultas sensaciones nunca antes conocidas: la gentileza, pureza, sabiduría, dulzura...Todas las cosas buenas del mundo que creías que no podían tener cabida, el éxtasis, el intrincado pulso de las pasiones inocentes. Cuando me insuflas de tu aliento, oh amada estrella...Tú me condenas, mi ser se convierte en tu esclavo en cuerpo y pensamiento. Haces que quiera dar mi propia vida por ser bañada con tu llama y sabiduría. Por favor, obliga a este mortal cuerpo a quererte, vanagloriarte y pensarte como el ente más hermoso de la Creación.

Ya no siento el frío atenazante en mi corazón nunca más. Cierro los ojos, recordando cuando caíste del cielo, sintiendo mi organismo tan vivo que todas mis células cantaron de alegría. La boca entre abierta, engullida en aliento vivo, la lluvia de luz cayendo sobre mi... Mi destino ya está sellado. La elevación pura del alma junto con el marcado perfume de tu profundidad que me acompañará hasta el fin de mis días: La calidez de un simple toque, la vibración pura de mi espíritu. Esto es lo que me proporcionas, estrella, guía de mis sentimientos, pura poesía y melodía encarnadas en la realidad de esta singularidad. 

Allí, allí me di cuenta de cuanto te quería, de cuanto te debía y de cuanto daría por ti. Por fin, cuando fui una con tu luz de maravilla, tu luz universal, tus alas de ángel sagrado... Entonces, en ese mismo instante levanté mi mirada hacia el inconmensurable cielo brillante nocturno, el misticismo traspasándome por completo y dándome a entender que nunca más volvería a ser la misma persona que fui tiempo atrás. Transcendí sobre el espacio y el tiempo y las dimensiones. Un dolor y un amor tan enormes que parecían mis entrañas siendo realmente arrancadas y en su lugar reemplazadas por pura Pasión.

Esto es lo que los sabios antiguos llamaron Amor, un concepto abstracto que sólo las estrellas más benditas y sagradas pueden proporcionar. Y volvería a morir, volvería a morir una y otra y otra vez por su sosegada presencia sobre mi cuerpo trémulo... Mi inocente, majestuosa e impenetrable estrella cuya grandeza es tal que ni todos los grandes pináculos del mundo pueden alcanzar.




miércoles, 24 de septiembre de 2014

Random



Soñar contigo es vida en sueño, una cálida bienvenida al alma que se transporta hasta una dimensión desconocida para poder llegar a ti. 

Largo y tendido mi alma te ha buscado en los recónditos paisajes de la tierra y cuando por fin te encontró, te idealizó hasta adorarte como un verdadero dios. Calmado, justo y atemperal como los grandes reyes y reinas de la antigüedad, cuando mi ser incorpóreo puede alcanzar tu amado rostro no hay mayor regocijo en la experiencia. Me tiendes una mano junto a la sonrisa de un ser dulce, como si aquel gesto me devolviese a la más tierna inocencia mágica donde el tiempo pasaba sin llegar a pasar y todas las cosas hermosas y dulces tenían cabida en el mundo. 

Esta misma noche mi alma se ha encontrado con la tuya en una unión que llevaba tiempo esperando. Flotábamos en un paisaje lleno de flores doradas, púrpuras y azules: las flores de los dioses. Temía que llegases a vislumbrar la pena y duda arraigada en mi corazón, pero a ti no te importó y quisiste ver mi alma tal y como era. Entonces mis miedos flagelantes, tenaces, silentes... todos desaparecieron con unas solas palabras tuyas para siempre.

En este jardín de belleza insondable, danzamos y hablamos de muchas cosas que nos parecían hermosas y dignas de preservación, temas que nunca antes habían sido tratados, dulces secretos y prohibiciones de mundos antiguos y pensamientos ya muertos. Resucitamos la lógica, la retórica y la comedia. Me hiciste saber que en el mundo existían cosas que yo había ignorado hasta entonces, que los milagros podían hacerse realidad. 

Por fin, en un momento fugaz, mi alma pudo sentirse tan dichosa y recompensada de los mayores placeres que tú me brindabas que me olvidé de cuan dura la realidad era. En un momento álgido en el que nuestras manos se entrecruzaron, toda la realidad de la dimensión colorida fue desvaneciéndose a una velocidad vertiginosa. Un espiral negro que precedía al sinsentido de la existencia. 

Y ahí es cuando me desperté, aún con la vibrante sensación de mi Ser completamente satisfecho y pletórico. Era una sentimiento melancólico y agradable que sólo tú pudiste proporcionar en esos instantes de mi vida. Ahora me hallo aquí, pensando en si realmente lo que sentí fue un sueño o algo real, en si las almas realmente pueden encontrarse en los sueños y en mi delirante esperanza saber que realmente hubo algo más.

Gracias.